Los años dejaron sobre los muebles una capa de polvillo que brota cada vez que los limpio. Una innumerable cantidad de veces dejé caer un plato para escuchar el sonido de algo distinto, algo que no sea la respiración de la heladera, la gente que pasa por la vereda, o la televisión (tan repetitiva que se puso). Ya no tengo idea de cuándo va a llegar el cartero, porque los cambian cada cuatro meses contados. ¿Te das cuenta? Cuento los días que dura un cartero porque ya no tiene sentido contar los días en los que hago exactamente lo mismo.
Da la impresión de que sería fácil predecir los acontecimientos. Con "Acontecimientos" me refiero a que se me hirvió el agua de los mates, se me quemaron las tostadas, me quedé sin agua en plena ducha, y estupideces como esas. Bien, acaba de llegar mi hermana y ya sé lo que va a suceder a eso: Atravesará el comedor sin saludarme, se va a derrumbar en el sofá y entre suspiros diré "ESTOY HECHA MIERDA". Acto seguido, ella queda dormida con la boca abierta babeando el control remoto.
Otro ejemplo un poco más complejo es cuando llega mi viejo: Toca bocina, salgo a abrir el portón, y mientras entra con el auto el perro, el gato, mi vieja o la abuela se cruzan y asustado mi viejo toca otro bocinazo en el garage y hace despertar al insoportable de mi hermano que baja enojado como si le hubieran mojado la cama.
Esos son los sucesos que ya no son sucesos. Esto es una película que se quedó sin final, y con el principio más aburrido del mundo. Es una ruta que llega a destino y se pasa de largo. Y yo sigo viajando.
¡¡ME QUIERO IR!!
1 comentario:
Yo también tengo tantas pequeñeces en mi vida que me irritan. Pero, ¿sabés que? Decidí empezar a prestarles menos atención, a tratar de evitarlas, y como algunas no son posibles de evadir, a no darles importancia y que sucedan sin que yo piense en ellas, entonces pasaron y listo, ya fueron, y vendrán de nuevo mañana. Volverán, esa es la peor parte… pero por hoy ya pasaron. Es como que una vez más pudiste soportarla. Hay cosas que tornan a la rutina aburrida, deprimente, desesperante. Y son cosas como éstas.
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