Martes 8 de agosto de 2006
A los ocho años el día duraba bastante y me deprimía cuando llegaba el atardecer. Hoy, a los 80, me dura poco, se hace largo cuando hay ansiedad por ver a alguien o hacer algo. Y el atardecer me preocupa. A los ocho años me gustaba que la gente me dijera que estaba grande, que crecía como juncos. Hoy ya no crezco, solo me deterioro, pero igual me dicen que crezco como juncos, pero por maleza.A los ocho años el día de mi cumpleaños lo esperaba como si viniera el Mesías, y me gustaba ver que todos eran llamados por mi atención. Hoy mi cumpleaños me deprime igual que Navidad y Año Nuevo, y un FELIZ CUMPLEAÑOS A LAS 4 DE LA TARDE no es muy lindo cuando llevás 8 horas de verlos.A los ocho años no entendía por qué mi mamá miraba para arriba y reclamaba mientras lloraba. Hoy entiendo que ese que recibía los reclamos era Dios, y que gracias a él mi mamá ya no se movía por sí misma, sino por su creencia.A los ocho años me sentía muy mal cuando mi papá volvía de trabajar con cara de deprimido. Hoy sé que no tuvo la culpa de que mi mamá se enamorara de Dios más que de él. A los ocho años mi estado de ánimo cambiaba constantemente dependiendo de mis fracasos y glorias. Hoy estoy deprimido, y si estoy contento es porque me olvidé de por qué estaba triste.A los ocho años tenía muchos amigos, y quería tener más, porque con ellos me divertía y jugaba un montón. Cuando empecé a querer y necesitar de ellos fueron desapareciendo por sus cosas de la vida. Yo jamás me moví, porque esperaba que ellos me llamaran. Hoy son dos o tres los que llaman, y no dicen nada. Yo llamé, pero no había nadie en casa.A los ocho años me reía de la gente con defectos físicos, como muchos de mis amigos. Hoy, muchos de esos amigos se rien de mis defectos físicos.A los ocho años quería ser grande para poder hacer las cosas que los grandes no me dejaban hacer de chico. Hoy quiero ser chico porque muchos grandes se comportan mal conmigo, porque también soy grande. A los ocho años quería ser como mi papá. Hoy deseo que mi papá sea como yo, solo para no tener esos choques pelotudos, de dos pelotudos.A los ocho años me gustaba escuchar música y hacer la mímica frente al espejo, con los grupos de cumbia que más me gustaban. Hoy me escucho música frente al espejo, y me di cuenta de que ese que está actuando del otro lado, el del reflejo, nunca va a poder hacer las cosas que yo hago. A los ocho años quería amar a una mujer más que a mi mamá. Hoy veo que alguien podría amarme, pero no más que mi mamá. A los ocho años quería vivir. Hoy quiero volver a vivir.
Dedicado a CPQ, Laura, Marisol y a alguien que no puedo nombrar.
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Manoseado por Mustapha Ibrahim
1 comentario:
¿esto lo escribiste vos?
me suena a algo de Borges, y a la vez me hace acordar a esto que me mandaron una vez, y quiero pasartelo, porque me parecen los consejos más simples de la vida, lo mas sencillo, y que pueden servir, y que más de una vez le pasamos al lado y no nos dimos cuenta.
http://www.youtube.com/watch?v=0CVB8YSOLK4
un beso!
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